Blog

Epílogo de amor

Sobre tu piel renazco. Mi debelada fuerza
ergógena, insistente se vuelve a reclamarte.
Tañes en mis oídos la cántiga más triste.
Mi cuerpo es a tu imagen, átomo de tu cuerpo.

Te reconozco apenas. El beso de tus labios
parece remozarse como una fruta joven
sobre mi piel de invierno. Apenas me conozco,
me reconozco apenas espasmo de tu beso.

Por devolverte intacta tu prístina alegría
yo tronzaría mi vida, la rompería en añicos,
haría de mis ojos sarta para tu cuello.

Y negaría mi nombre si con ello olvidaras
la cicatriz o lágrima que agraz ajó tu vida.
¡Te cambiaría ahora mi vida por tu sueño!